Miedos

El miedo, los miedos y en su extremo, el desarrollo fóbico de estos, es una emoción que nos protege, que nos permite salvarnos la vida, que nos pone alerta y nos avisa.


Pero, ¿cuántas veces sucede que se cronifica y, en lugar de protegernos se convierte en el propio problema?

La evitación es una de las formas instintivas de afromiento del miedo (lucha / huída), funciona, claro que funciona, cuanto más lejos estés de aquello que te provoca miedo, menos probabilidad tendrás  de que suceda. Sólo tiene un problema; a través de los mecanismos de pensamiento anticipatorio y superstición, el miedo irá creciendo y se irá haciendo más incontrolable, llegando a generar fobias, conductas sobreprotectoras incontrolables o fenómenos de paralización o aislamiento.


Hay que entender que el  miedo funciona sin pedir permiso, primero actúa "te protege" y luego pide permiso (lo que encima, te hace sentir idiota, sumando piedras al problema). Pero es que, si no fuera así, cuando hiciera falta de verdad, esa protección llegaría tarde.


Afortunadamente, llevo muchos años trabajando miedos y fobias, a través de la exposición con prevención de respuesta, pero sobre todo, con trabajo sobre los pensamientos, sobre las creencias autolimitantes, que son la gran base de todo esto.