Es el proceso de adaptación psicológica a una pérdida. El duelo se inicia inmediatamente después de haberse producido la pérdida o en los meses posteriores y su duración varía y depende de la fuerza de cada uno, del nivel de vínculo con la persona que falta, del entorno social que sigue rodeando a la persona e incluso de las causas en las que falleció el ser allegado ( muerte súbita o tras una larga enfermedad).