CÓMO DESARROLLAR MEJORES HÁBITOS
Algunos consejos para ayudarte a ser esa persona que quieres ser
Desarrollar nuevos hábitos o cambiar los que ya tenemos puede ser una tarea difícil. Los cambios no vienen como caídos del cielo (aunque eso nos podría hacer más fácil la vida) sino que son producto de mucho esfuerzo y constancia. En el último post hablábamos de la existencia de hábitos mentales que pueden ser modificables, en este artículo nos centramos en hábitos más físicos, importantes también para nuestra salud (física y mental).
Todo cambio empieza con un propósito. Te damos algunas claves para ayudarte a que el cambio de “quiero” a “hago” sea más sencillo.
Todo edificio está formado por muchos ladrillos
Nuestros hábitos no cambian completamente de un día para otro, es necesario ir poco a poco, es recomendable que la meta final se descomponga en metas más pequeñas y asumibles. Por ejemplo, pasar de no hacer casi deporte a querer ir 5 veces a la semana puede ser algo demasiado extremo, podemos comprometernos a ir 2 o 3 días por semana, o casi todos los días un poco de ejercicio y actividad física, e ir aumentado ese tiempo a medida que nos sintamos más capaces.
Ten tu objetivo a la vista… literalmente
Es bueno tener objetos al alcance de la vista que nos recuerden cuál es el hábito que queremos establecer o mantener, y que nos hagan mantener esa idea en nuestra mente. No es necesario que sean cosas muy aparatosas, puede ser la bolsa del gimnasio en un lugar visible, la tarjeta del mismo que podemos llevar en la cartera, o una imagen de fondo de pantalla que nos haga pensar en el gimnasio/hacer deporte/comida saludable.
Que todo fluya
Si repites semana tras semana los mismos pasos, finalmente el hecho de hacer uno te llevará al siguiente, que a su vez te llevará al siguiente, es muy probable que así llegues a automatizar y asociar este proceso. El primer día que te levantes temprano para ir al gimnasio será duro, o la primera semana que intentes comer más saludable puede darte pereza, aún así, al haberlo hecho varias veces, se va a convertir en una nueva rutina. La clave es la constancia.
Presiónate, pero sin llegar a explotar
Está muy bien forzarte a ti mismo a hacer ejercicio las veces que te has propuesto por semana, pero no podemos olvidar que somos humanos y que tenemos días buenos y no tan buenos, por lo tanto, si un día te encuentras muy cansado, has tenido un día duro y realmente no tienes fuerzas, no pasa absolutamente nada, pásalo al día siguiente. Céntrate también en tu mejora semanal, o mensual, has conseguido establecer esta rutina y esto es lo importante para mantener los nuevos hábitos.
Trata de mantener estas claves en mente cuando te propongas empezar un nuevo hábito o variar los que ya tienes. Sé realista, será un camino que tal vez cueste, pero que sin lugar a dudas puedes recorrer. Por fallar un día no sucede nada, lo importante es aprender qué es lo que nos ha hecho tropezar, levantarnos y seguir adelante.
Finalmente, hay muchísimas cosas que puedes hacer para desarrollar mejores hábitos en tu ejercicio y alimentación, así como a nivel mental, aquí tan solo hemos apuntado algunas de ellas, no olvides que hay más.
Si algo te funciona es perfectamente válido, sigue haciéndolo.